La casa de Mariquita Trasquilá está llena de historia, de luz, de leyendas y de misterio. Entre sus paredes, piedras, vigas de madera y, por supuesto, el eterno pozo en el que habitaban hadas, brujas y duendes de otros tiempos.
De entre todos esos seres mágicos entre los que transcurrió mi infancia, para los niños siempre tuvo una atracción especial Mariquita Trasquilá, una pequeña bruja delgadita y morena que asustaba a los niños para protegerlos de que pudieran caer al pozo.
Con el tiempo, la casa familiar ha venido a acoger a otros seres y a otros sueños. Día a día, fui tejiendo con emoción, color y sobre todo con mucho amor un proyecto que ha llenado todos los rincones de vida. Alegría y percheros. Percheros y alegría.
El nombre de la tienda surgió en un viaje a Madrid durante una agradable velada. Una noche de risas y añoranzas de la niñez en la que mi sobrino Fausto y yo recordamos el patio de la abuela Beatríz, las historias de misterio del abuelo Fausto, las escaleras, el pozo… Me fui a la capital con una maleta cargada de ilusiones y me volví a Trebujena con un nombre en mi cabeza para nuestra tienda de ropa: Mariquita Trasquilá.
Las mariquitas traen suerte y a mí me han traído a todas vosotras. Os esperamos aquí, en la página web de Mariquita Trasquilá.
No dejes que termine el día sin haber sido feliz.
MCC